martes, 7 de enero de 2014

Hay dias que son muy buenos donde disfruto las travesuras de mis niños,asi me lo propusé hace un par de años cuando comenzé a comprender que Eric necesita mas dedicación y paciencia.Sin embargo hay dias como los de ayer donde pedía a gritos internos un cambio,noce exactamnete de que pero en mi cabeza repercutía cada palabras como un eco que hacia revolotear todos mis nervios.Pero soy la única quién entiende a Eric y mi obligación era autotranquilizarme y seguir,sacar mi cordura de donde en alguna parte quedó,aunque no me podía concentrar en nada.
Nos levantamos como todos los dias dispuestos a que sea un dia lindo y armónico sobre todo,pero Eric ya estaba ansioso por la partida de su padre,asi que decidimos que lo acompañaríamos hasta el Aeoropuerto,suponiendo que acortataría su desasosiego ya que a él le encanta viajar en tren.La ida fuen tranquila,incluso pudé retomar un libro que desde hace meses no puedo terminar de leerlo,él iva con su padre muy entretenido y mi ventaja era que mi esposo fue prudente en recurrir a sus ultimos minutos de serenidad para dedicar a los niños,tal vez tuvó que ver mis miradas fijas que le insinuaban que él „debía“disfrutar esas dos últimas horas hasta llegar a su partida.
Después de una despedida,que resultó ser aún mas dificil de lo que pensé,porfin pudimos disponernos a un regreso,que fue el mas largo de lo acostumbrado y calculado,muy inquieto,confundido y ávido él y la pequeña un tanto aburrida,con hambre,ganas de ir al watter y totalmente aturdida con el hermano.

Las miradas eran perseguidoras en cada movimiento que hacíamos,no era para menos,nosotros no podemos pasar desapercibidos,ya de eso me acostumbre y ahora no me afecta,pero lamentablemente me sigué afectando la irritabilidad de la gente al vernos y de sus llamados de atención a los que a ninguno presto atención pero cuanta impotencia me resulta esa incomprensión.
Asi fué nuestro dia de Reyes,sin darme chance ni siquiera de fantasearlos con un cuento del mismo,ya que aqui en Alemania no acostumbran como en mi país de dejar los zapatos una noche antes y algo para los hambrientos camellos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario